Dolor reducido y parto más rápido
La región vaginal pasa por muchos cambios antes del parto. El cuerpo liberará una hormona llamada relaxina[5] para aflojar las articulaciones y los músculos y facilitar el parto. Sin embargo, dar a luz a un bebé grande o dar a luz por primera vez estira los músculos vaginales al límite. Esto podría provocar lesiones perineales. Un perineo suave y elástico ayuda a que el bebé salga durante el parto, haciendo que todo el proceso del parto sea más fácil y rápido de lo normal.
Masajear el perineo estimula la circulación sanguínea en el área vaginal. Una mejor circulación sanguínea mejora la capacidad de los músculos para estirarse y acomodar la cabeza del bebé.
Reduce la episiotomía y las lesiones.
En un parto normal, el médico o la partera sacarían la barbilla y la cabeza del bebé del canal de parto. Pero hay casos en los que la abertura no es lo suficientemente ancha para acomodar la cabeza o los hombros del bebé. En tales casos, el médico realizaría un procedimiento llamado episiotomía [6]. El médico haría una pequeña incisión en el perineo para abrir el perineo mientras empujan al bebé.
Una episiotomía requerirá anestesia para adormecer el área a menos que se haya administrado una epidural u otros anestésicos antes del parto. Una vez expulsada la placenta, el médico suturará el perineo con suturas solubles.
El masaje perineal antes del nacimiento puede minimizar el riesgo de lesiones en el perineo, especialmente entre las madres primerizas. Un estudio encontró que las mujeres que se masajeaban los músculos perineales antes de dar a luz tienen menos probabilidades de necesitar una episiotomía. Los investigadores dijeron que ayuda a reducir las episiotomías hasta en un 16% [7] para las madres primerizas. Las madres experimentadas que se masajearon el perineo antes de dar a luz informaron menos dolor 3 meses después del período de recuperación.
Disminución del riesgo de desgarro perineal espontáneo
Un desgarro perineal espontáneo se refiere a la laceración de la piel y otros tejidos blandos del perineo durante el parto vaginal. Esta condición se clasifica en desgarros de primer, segundo, tercer y cuarto grado.
Un desgarro de primer grado es el desgarro menor de la piel perineal. Un desgarro de segundo grado implica el desgarro de la piel y el músculo perineal. El desgarro de tercer grado implica el desgarro de la horquilla, la piel perineal, la mucosa vaginal, los músculos y el esfínter anal. Un desgarro de cuarto grado afecta la horquilla, la piel perineal, la mucosa vaginal, los músculos, el esfínter anal y la mucosa rectal.
Es posible que los desgarros menores no requieran tratamiento ni puntos. Los desgarros severos pueden causar sangrado abundante, dolor prolongado, infecciones y, en casos extremos, disfunción. Los casos graves de desgarro perineal espontáneo pueden requerir reparación quirúrgica.
El masaje perineal puede disminuir el riesgo de desgarro perineal espontáneo. El masaje ayuda al parto rápido del bebé y contribuye a mantener un perineo intacto [8].
Recuperación más rápida del parto
Después de dar a luz, la mayoría de las mujeres experimentan dolor e hinchazón del perineo. La recuperación es más lenta para las mamás que se sometieron a una episiotomía.
Los masajes perineales regulares como preparación para el parto pueden acelerar la curación después del parto. Cuando el perineo es suave y elástico, los músculos pueden resistir el trauma causado por el parto, lo que permite a la nueva madre recuperarse inmediatamente después de dar a luz.